Nuevamente la polémica low cost Flybondi quedó en el centro de la controversia luego de que trascendiera que uno de los aviones que utilizó durante un año en la Argentina no fue aceptado por ninguna aerolínea de pasajeros del mundo y sólo fue admitido para llevar carga.
Fuente: Infocielo
El avión en cuestión es el Boeing 737-800 matrícula LV-HKR de más de 20 años de antigüedad, que fuera apodado por el primer CEO y fundador de Flybondi, Julian Cook, con el nombre “Hari”. El mismo formó parte de la flota durante un año y llegó a las manos de la polémica low cost tras haber sido utilizado por Nok Air, una bajo costo de Tailandia que está clasificada como una de las aerolíneas más peligrosas del mundo según el sitio web especializado airlineratings.com
Durante ese tiempo, fue protagonista de reiterados incidentes, fallas y severos problemas. Tal vez el más grave fue el que produjo el 30 de diciembre de 2018 al regreso de un vuelo desde Asunción del Paraguay hacia la Base Militar de El Palomar. Durante el trayecto, se reventó el neumático del avión y los pilotos tuvieron que aterrizar de emergencia en Ezeiza. La decisión de evitar al cuestionado aeropuerto de El Palomar fue debido a la peligrosidad del mismo. Es que la pista no garantizaba un aterrizaje sin accidentes porque no cumple con las condiciones reglamentarias mínimas de seguridad aeronáutica mundial.
El 17 de junio del 2019 “Hari” dejó de formar parte de la flota de Flybondi y partió desde lo que los vecinos denuncian como el “aeropuerto trucho de El Palomar” en un vuelo que lo llevó con escalas a Panamá, San Diego (Estados Unidos), Alaska y Taiwan.
Sin embargo, la polémica se desató luego de que se conocieran los detalles de la devolución del avión, ya que trascendió que ninguna aerolínea de pasajeros lo aceptó debido a que no cumple con las normas de seguridad mínimas aceptables internacionalmente. Entonces se resalta la elevada antigüedad, el problemático historial que arrastra, las fallas, problemas e incidentes que protagonizó, y el altísimo nivel de uso y extremo desgaste que tuvo durante sus más de dos décadas de utilización, sumados al casi nulo mantenimiento que tuvo en dicho lapso.
La aeronave no fue propiedad de Flybondi ya que la low cost nunca compró ningún avión y los que tuvo hasta la actualidad fueron alquilados con contratos precarios de uso temporario. Por eso, al devolverlo a la empresa que los ofrece en alquiler (lessor, en inglés), la misma intentó que fuera aceptado por otra empresa de pasajeros del mundo, pero chocó con una dura negativa.
El rechazo de las aerolíneas sucedió a fines de 2019 cuando todavía no había comenzado la pandemia de coronavirus covid-19 que luego puso en jaque al sector aeronáutico mundial. La negativa se basó estrictamente en el pésimo estado del avión que la low cost utilizó para llevar pasajeros durante un año desde y hacia la pista militar de El Palomar.
Ante la negativa tajante de las aerolíneas de pasajeros, finalmente se decidió que “Hari” sea utilizado como carguero. Es decir, para llevar carga y no viajeros como sí hizo durante un año entero con Flybondi desde el oeste del conurbano bonaerense. De hecho, la aeronave ya no está registrada con su matrícula argentina y desde fines del año pasado posee una nueva: N5179A, ante la FAA (Federal Aviation Administration). Desde entonces es utilizado para llevar carga por la empresa de transporte Southern Air.
Especialistas del sector aéreo afirman que un avión de pasajeros sólo pasa a ser utilizado como carguero cuando cumple ciertas condiciones muy negativas que le ponen el “certificado de defunción” para seguir transportando personas. En otras palabras, decidir dicha conversión es una medida “extrema” y de “último recurso” que sólo se adopta en los casos en que se considera que ya cumplió su “vida útil” y no ofrece condiciones de seguridad mínimas para transportar pasajeros.
Las aerolíneas de transporte de carga suelen toman aviones del mercado que ya no pueden ser utilizados para llevar pasajeros para destinarlos al transporte de carga, el cual debe cumplir menores medidas de seguridad y de esta forma pueden incorporar aviones a su flota a muy bajo costo.
Desde que comenzó a volar, la flota de Flybondi estuvo en el centro de las críticas porque sus aviones, con muchos años de antigüedad, en forma periódica protagonizaron incidentes y fallas que dejaron a los pasajeros en tierra.
Ahora al conocerse que “Hari” será usado como carguero, se confirman las denuncias que alertaban sobre la peligrosidad de los aviones de la low cost, ya que uno de sus aviones no fue aceptado por ninguna aerolínea del mundo por no cumplir con los estándares mínimos de seguridad mundialmente aceptados para el transporte de pasajeros.
Julian Cook, fundador y primer CEO de Flybondi, junto al ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich.
El polémico aeropuerto de El Palomar y un conflicto que se extiende en el tiempo
En la actualidad utilizan la Base Militar de El Palomar como aeropuerto comercial las aerolíneas low cost Flybondi y JetSmart. El polémico aeropuerto es rechazado por los vecinos de los seis municipios de la zona (Hurlingham, Morón, La Matanza, Tres de Febrero, San Martín y San Miguel) que reclaman por la contaminación y ruidos que padecen desde que se comenzó a operar con vuelos comerciales en febrero de 2018.
A fines del 2017 el gobierno de Macri permitió a Flybondi usar comercialmente esa unidad militar, lo que le valió a la low cost un ahorro millonario porque allí las tasas aeroportuarias son 70 por ciento más bajas que en Ezeiza y Aeroparque. Allí cuentan con un subsidio estatal a favor que operan en ese lugar.
Sin embargo, el 16 de abril de 2019 la Corte Suprema de la Nación decidió intervenir en la causa al hacer lugar al planteo de los vecinos y comenzó a exigir explicaciones al Estado por los presuntos delitos e irregularidades cometidos en la habilitación comercial de la unidad militar, examinando el polémico fallo del 1 de febrero de 2018 dictado por la jueza Martina Forns que permitió el inicio de vuelos de Flybondi desde la Base Militar El Palomar.
Entre las voces que se oponen al uso comercial de la pista militar del oeste del conurbano bonaerense se encuentra la de Enrique Piñeyro, el piloto que anticipó la tragedia de LAPA, quien calificó al aeropuerto El Palomar como “un disparate” y afirmó que Buenos Aires no necesita tres aeropuertos comerciales, ya que Ezeiza y Aeroparque son suficiente.
Por su parte, los dirigentes aeronáuticos Pablo Biró (APLA), Edgardo Llano (APA) y Ricardio Cirielli (APTA), expresaron que en la industria se sospecha que Flybondi y JetSmart tendrían fuertes vínculos con cárteles mexicanos del narcotráfico y “de allí la necesidad de habilitar los vuelos comerciales desde El Palomar para estar fuera del control de los verdaderos aeropuertos comerciales habilitados de Buenos Aires, como Aeroparque y Ezeiza”.
Asimismo, desde julio de 2018 rige la solicitud de clausura definitiva del aeropuerto del fiscal federal Di Lello, quien alertó que la justicia debe actuar “antes que se caiga un avión y haya que lamentar centenares de muertos entre pasajeros y vecinos de El Palomar y alrededores”.
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