Luli Zamtlejfer es una de las fundadoras de Las Ligas Menores, banda en la que tocaba el bajo y componía algunas canciones. Hoy se encuentra presentando “Tigre Ulli”, su trabajo como solista.
Fuente: Rock.com.ar
En marzo de 2019 comenzó un nuevo camino: compuso canciones que luego produjo, arregló y grabó junto a Tom Quintans (Bestia Bebé). Eso dio vida a su primer EP, estrenado en tiempos de cuarentena de la mano de Laptra Discos.
La grabación del disco estuvo a cargo de Felipe Quintans (107 Faunos, Super1Mundial) en los estudios Resto del Mundo. En vivo, la banda está conformada por dos guitarras, bajo y batería, aunque también Tigre Ulli se presenta en formato solista de guitarra y voz. Las canciones se ven influenciadas por bandas del indie clásico como Luna, Galaxie 500 y Pixies, mezclado con referencias más actuales como Angel Olsen, Car Seat Headrest y Alvvays, además de las bandas del sello Laptra.
En julio, este mismo material que conocimos a fines de marzo fue editado en España por Kocliko Records en formato CD y actualmente se encuentra disponible a la venta en las mejores disquerías de allí. También lo encuentran en la cuenta Bandcamp del sello.
Luego de la difícil decisión de separarte de Las Ligas Menores, nació a fines del año pasado Tigre Ulli, tu carta de presentación como solista que actualmente se encuentra dando sus primeras pisadas en medio de un contexto totalmente inesperado. ¿Cómo fue la decisión de dar un paso adelante para dedicarte a tu propia música? ¿Es muy diferente para vos estar por tu cuenta que cuando tocabas en la banda?
La verdad es que cuando tomé la decisión de irme de Las Ligas la idea de armar un proyecto solista no estaba entre mis planes. Más bien creía que el ritmo vertiginoso me había sacado las ganas de tocar así que, no mucho tiempo después de la última fecha, entré en una crisis medio existencial de la cual surgió la necesidad de componer a modo de catarsis. Así que bastante rápido me encontré con unas cuantas canciones, con las cuales no sabía muy bien qué hacer. Hasta que me animé a mostrárselas a Tom Quintans, de Bestia Bebé. Le gustaron, y juntos empezamos a probarlas en la sala hasta que me cerraron lo suficiente como para tomar la decisión de grabarlas. Obviamente, después de ocho años de formar parte de un proyecto colectivo y estar acostumbrada a que lo bueno y lo malo se enfrente grupalmente, hacer algo sola me generaba bastante ansiedad. Por eso creo que el rol de Tom no sólo tiene que ver con lo musical sino, sobre todo, con lo anímico. Siento que es un proyecto de los dos, aunque sea un poquito más mío.
Ya tuviste tus primeras presentaciones en vivo, con un Niceto de por medio que no es poca cosa, en las cuales debutaste ante el público con la guitarra eléctrica. ¿Cómo fue ese proceso de tomar confianza y animarte a tocar la guitarra en vivo? Y por otro lado, ¿extrañás tocar el bajo?
Creo que lo positivo de armar algo de cero es que me planteó un montón de nuevos desafíos: volver a dibujar, tener que componer en mayor cantidad y, sobre todo, aprender a tocar mejor la guitarra eléctrica, algo que tenía totalmente postergado porque dentro de la banda no sentía la necesidad de hacerlo. Pasé varias semanas tocando todos los días hasta que me sentí lo suficientemente segura para ser yo quien interpretara las canciones en vivo. Igual me pasa un montón que extraño tocar el bajo. No tanto lo que pesa (risas), así que no descarto volver a él.
Tus canciones son muy personales, responden a tus gustos e inquietudes y, además, se escuchan fuertemente influenciadas por bandas de tu preferencia ¿Cómo fue el proceso de grabación del EP?
La verdad es que a la hora de componer no tengo muy presentes las influencias: es más lo que sale tipo catarata. Obviamente, las referencias aparecen todo el tiempo de manera inconsciente, pero creo que en el momento en que se empiezan a poner en juego es a la hora de grabar. Casi desde que empecé a barajar la posibilidad de sacar un primer disco la máxima referencia que se me aparecía era la banda Luna. Quería lograr esa síntesis instrumental, que tuviera todos los elementos de una banda de rock indie clásico: dos guitarras, bajo y batería, con una voz clara y suave. Por suerte, Tom logró interpretar bastante bien lo que yo quería lograr, sobre todo en el armado de las baterías, y con la ayuda de su hermano Pipe en la grabación, fuimos terminando de encontrar ese sonido que siento está claramente influenciado, pero no deja de ser algo propio y personal. Lo genial fue que todo cerró bastante rápido y, como no había ningún plazo de nada, pudimos grabar todo de una forma bastante distendida en el estudio de los chicos, que es casi como un segundo hogar.
Recientemente se lanzó en España la edición física de tu EP de la mano del sello Kocliko Records con 80 copias exclusivas que incluyen ilustraciones tuyas y las letras de las canciones. ¿Qué significa esto para vos siendo el inicio de tu carrera en solitario?
La verdad es que no lo podía creer cuando recibí el mail con la propuesta. En este contexto, la idea de hacer una edición física había quedado descartada, así que lo tomé como una señal y acepté sin dudarlo demasiado. También me daba la posibilidad de desarrollar el arte completo del disco y de promocionarme en España, algo que tenía en mente, pero no sabía muy bien cómo encarar. Lo cual le sumaba otro punto a la lista de los nuevos desafíos del proyecto, y un poco a partir de esta primera propuesta empezaron a surgir otras posibilidades de edición en otros lugares. Creo que estas no tan pequeñas cosas son las que me hacen dimensionar la importancia que tuvo mi formación dentro de Las Ligas, no sólo porque me recuerdan que ya tengo una trayectoria, algo que minimicé mucho tiempo, sino porque sé que la única manera de que los proyectos crezcan es apostando y no dejando pasar las oportunidades, sabiendo que todas las acciones que sumen son un escalón hacia otro objetivo, un poquito más grande cada vez.
¿Cómo estás atravesando el aislamiento? ¿La cuarentena te benefició en cuanto a lo creativo?
Creo que como a todo el mundo, la pandemia arruinó casi todos los planes que tenía para este 2020. En mi caso particular, cuando saqué el disco estaba cursando los primeros meses de mi primer embarazo, así que originalmente deseaba tocar lo máximo posible antes de que el cuerpo me dijera basta. Finalmente lo hice, pero desde casa, a través de vivos de Instagram y festivales virtuales, pero obviamente no fue lo mismo. En este panorama siento que el tema creativo pasó totalmente a un segundo plano: me refugié en trabajar todo lo que pude, casi hasta el último día, traté de mantener la calma y disfrutar lo máximo posible este momento junto a mi pareja. Así que ahora volveré a tocar cuando todo esto termine, pero acompañada de dos bebés hermosos.
¿Qué planes o proyectos tenés en mente para cuando finalice el confinamiento?
Creo que ver a la gente que quiero es la prioridad máxima. Eso: tocar, volver a trabajar con cierta normalidad, volver a sentarme en un café… las nuevas canciones aparecerán cuando se pueda.
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